Hita María
Al saber de tu existencia,
rebozó mi corazón de gozo.
Sé que debo hacer de dos un jardín de flores,
de esos que florecen al amanecer,
y aún en la noche destilan por el aire su aroma
y se transforman en fruto de mil sabores.
Hita, llevas el nombre de mi madre,
porque junto con tu madre formas el ramillete de mis amores.
Niña hermosa, cómo no amarte si eres néctar de mi alma,
cómo no amarte si estremeces con tu vida todo mi ser,
cómo no amarte, si tu vida es y será siempre umbral de mi vivir.
Hita
Hita bonita,
Hita preciosa,
Hita la reinita de papito y de mamita.
Eres la brisa, eres el sol, refrescas mi alma, das calor a mi corazón.
Dame un beso, dame dos, dame un abrazo colmado de amor.
Qué Dios te bendiga, qué te dé larga vida, niña hermosa de mi corazón.
Paz, amor, mucha prosperidad para ti, tu mamá y papá.
Mi cuerpo
Esta es mi cabeza, ojos, nariz, boquita traviesa.
Este es mi tronco, mis brazos, manos, piernas y pies.
Qué bueno es tener, todo al derecho y no al revés.
Gracias doy, gracias mi Dios,
por darme ojos para ver,
nariz para oler,
boquita para comer, delicioso manjar
brazos para abrazar a mis papás,
y piernas para andar de aquí para allá.
Con todo mi cuerpo puedo jugar.