viernes, 27 de noviembre de 2009
Mujeres Mercedistas
Mujer mercedista,
amabilidad, compromiso, y amor proyectas por doquier,
tus clases son espacios para construcción del ser.
Qué tu alegría perdure por siempre,
qué tu dinamismo revolucione el mundo,
qué tu belleza engalane mi hoy y mañana,
aquí y donde esté.
Secretarias:
Mujer que guardas secretos,
regálame un espacio en tu ser,
regálame tu vida en un ramito de besos.
Qué Dios premie tu labor,
qué la vida te trate con bondad,
yo guardaré para mí ese gran valor
que hemos nombado amistad.
Yaneth
Una niña en cuerpo de mujer,
capullo de rosa en un tierno amanecer.
Tú, delicada,
hablar de ángel,
dulzura por doquier.
Siempre presta a responder,
el llamado de un amigo,
de un camarada,
cuál hada que emerge encantada
sabes que hacer.
Contigo es blanco o negro,
pero tu alma es un arco iris,
que embellece el cielo en un atardecer.
Aida
Tierna y callada,
eres la secre que de amor llenas
nuestro corazón.
A todos tienes una razón,
más con tu ternura
mujer diligente y sincera
haces de cada empresa
una nueva ilusión.
Deseo para ti un cielo de mil colores,
un jardín lleno de tus amores,
disfrutar de ti cada día un poco más.
Qué en este día te regalen rosas
y sonrisas,
qué con los tuyos siempre estés.
Dios te bendiga laboriosa mujer.
Amaiza
Rubia de ojos tiernos,
jamás al amigo dices no,
cuando toca tu puerta
pidiendo de ti un poco de atención.
Palabras que con razón vienen a mi mente
al pensar en tu nombre,
sacado no sé donde,
más queda como membrete
de importante carta dirigida
al Dios creador.
Aprovecho y le pido entonces:
un pedazo de cielo
para ti Amaiza,
mujer que en sus ojos
proyecta esperanza
talento y valor.
Contadora:
Sandra
Cuéntame contadora
como haces para lucir siempre bien,
para calcular lo incalculable,
para ser encandora,
toda una mujer.
Tienes el poder para hacer comprender
de donde sale cada gasto,
gástame una mirada,
un atardecer.
Dios te bendiga bella dama,
dama noble,
encantadora
y fiel.
Qué los tuyos brillen siempre en el altar de tu amor,
dulce, bella y sincera,
de la primavera eterna bella flor.
Clenis
Llevas en tu esencia el sello de una raza pujante
e inmortal.
Tú, eres un diamante
hecho amabilidad.
Siempre dispuesta
a ayudar,
mujer de la humildad.
Qué esta tierra sea para ti
un cielo sempiterno,
porque eres cual ángel tierno
que al prójimo sabes ayudar.
Mujer que escondes mil secretos,
mujer que sabes callar,
jamás te sacaré de mis pensamientos,
he de ponerte en mi altar.
En el altar de mi corazón siempre estarás,
que Dios te colme de bendiciones,
por todo el bien que das.
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